PUA: El paradigma arquitectónico escolar de los años 70 en Andalucía

Son numerosos los Centros educativos andaluces conocidos con este inquietante acrónimo “P.U.A.” y que, en algún caso, incluso se han atrevido en hacerlo como nombre propio para su identificación: “yo estudié en el PÚA…”. En realidad responde a una tipología integrante del Plan de Urgencia de Andalucía (PUA) de los años 70, que pretendía escolarizar núcleos de población sin centro educativo cercano y población dispersa en el extrarradio de las ciudades. Fue un plan, desde el punto de vista arquitectónico, muy útil por los espacios comunes y deportivos: gimnasio, laboratorio, zonas diáfanas, espacios verdes, salón de actos… y su perfecta integración con el entorno lo convirtieron en un centro público modélico.

P.U.A.

Son ya varios los PUA que desde nuestra asesoría técnica en materia de Autoprotección hemos estudiado. Nos resulta interesante deternos en analizar cómo una misma planta, a modo de plantilla, fue dando respuesta a diferentes localizaciones geográficas y, sobre todo, cómo se ha ido adaptando con el paso de los años a las nuevas necesidades educativas con diferentes intervenciones a nivel de distribución interior.

El modelo arquitectónico base consta de un edificio principal de dos plantas articulado desde un vestíbulo central que distribuye en simetría a las diferentes aulas en dos alas o secciones dispuestas de forma escalonada y entorno a dos patios de luces interiores. Alineado con el eje central se tiene acceso desde el vestíbulo principal a un edificio anexo, de planta rectangular, que acoge la zona administrativa. Por último, el pabellón destinado a gimnasio como edificio aislado completa el conjunto de edificios que habitualmente quedaban urbanizados en una parcela ordenada desde los espacios ajardinados, y que con mayor o menor fortuna aún se conservan hasta nuestros días.

PUA Peñarroya

Desde el punto de vista de la Autoprotección, encontramos dificultades en la planificación de la evacuación en este tipo de edificio. La necesidad de ocupar los espacios diáfanos interiores que el modelo original presentaba ha ido aumentando progresivamente los recorridos de evacuación originando, en la mayoría de los casos, tortuosos itinerarios hasta la salida de la planta o edificio. En el mejor de los casos algunos Centros han intentado poner remedio con apertura de nuevas salidas en fachada o con la instalación de escaleras exteriores de emergencias.

Sin duda, este paradigma arquitectónico es digno de objeto de estudio y no descartamos profundizar sobre su historia, conocer cuántos exactamente se llegaron a construir (se habla de 87 en alguna información encontrada por la red), dónde se encuentran, qué uso y cómo se han configurado los espacios actualmente, etc…

 
 
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