luz del zaudín
El zócalo de piedra natural que recorre toda la fachada se pliega sobre sí mismo originando espacios huecos como la galería de acceso y volúmenes a doble altura como el castillete que alberga la capilla y que singulariza la imagen del edificio. Al interior el distribuidor de las salas de velación se abre hacia un jardín en talud. Cada una de las salas se completan con pequeños patinillos que con luz natural bañan las estancias más íntimas del edificio. (tomares 2011)