Arquitectura para la muerte

En plena crisis sanitaria del #COVID19 observamos cómo los servicios funerarios han visto superadas sus instalaciones por el incontrolado número de fallecidos como consecuencia de esta pandemia. Hemos visto cómo se han improvisado como morgues los espacios destinados originalmente para otros usos. Y hemos comprobado el drama que supone que las familias no puedan dar una despedida digna a sus fallecidos.

A mediados del año 2011 se inauguró el Tanatorio Luz del Zaudín de Tomares. Este fue uno de algunos de los proyectos y direcciones de obras de arquitectura funeraria que desarrollamos, junto con los arquitectos Paco Gamboa y Santiago Fernández, en distintas ubicaciones como Sevilla, Córdoba, Cádiz o Pamplona, y para distintos clientes como GESMAP – Mapfre o Mémora.

Uno de los aspectos clave en el diseño funcional de esta tipología de edificios es la duplicidad de las circulaciones interiores, para que en ningún momento se vea comprometida la intimidad de los familiares en el momento de la velación y despedida de la persona fallecida, con respecto a los trabajos de traslado y preparación de féretros, propios del funcionamiento interno en este tipo de establecimientos.

En el marco de nuestra colaboración con el proyecto Community de Tinyhaus Spain, volvemos a investigar sobre esta tipología con ocasión del COVID-19. Para ello, hemos apoyado la propuesta de tanatorio móvil interviniendo en la parcela colindante de nuestro proyecto Luz del Zaudín en Tomares.

Para ello, hemos planteado dos posibles agrupaciones de unidades Tinyhaus para responder a dos usos complementarios. El primero de ellos replica el esquema funcional de un tanatorio, contando con un área de recepción que distribuye desde una galería perimetral a las pequeñas salas de velatorio o despedida con túmulo. Los túmulos quedan conectados entre sí por medio de una galería técnica por donde transitaría el personal del establecimiento para trasladar y preparar los féretros. Como espacio de apoyo se ha planteado también una pequeña sala de tanatopraxia para poder preparar a la persona fallecida antes del traslado al túmulo.

La segunda agrupación, hace las funciones de morgue. Un espacio donde poder custodiar con garantías de intimidad los féretros hasta el momento del traslado al cementerio o al crematorio.

Esperamos que os guste la iniciativa.

Un abrazo desde dosurbanas arquitectura.

Alberto Moreno arquitecto